No hay ningún tiempo como el presente para perdonar y dejar ir el pasado. Más
que en cualquier otro tiempo, ahora mismo es un momento crucial para limpiar
pasados rencores y sentimientos de victimización. Las personas deben hacer
esto, los países deben hacer esto.
Las fronteras que habéis erigido están solamente
en vuestra mente. Estas fronteras deben ser desmanteladas antes de que pueda
materializarse la Nueva Tierra llena de Luz.
Si estuvieras vivo dentro de 100 años y pudieras
mirar retrospectivamente las encrucijadas que la Humanidad encara hoy, sabrías
cuán importantes son estos momentos para vosotros y las futuras generaciones.
Podrías ver las opciones en la mesa; y las decisiones necesarias. Tendrías una
comprensión clara del asombroso potencial que la Humanidad tiene ahora para
cambiar a una existencia basada en el Amor. Verías también las opciones de
elección alternativas, con sus espantosas consecuencias.
Tu sabiduría interna, íntegramente conectada con
tu Yo Espiritual, ya tiene esta imagen mayor. Esa sabia parte de ti no necesita
esperar 100 años para tener la visión completa. La conoce ahora mismo,
estimulándote regularmente a renunciar a tus heridas, para que puedas hacerte
íntegro.
Lo más probable es que hayas notado una sensación
de urgencia de sanar lo que se siente defectuoso en tu pasado. Puede ser
doloroso contemplar estas cosas. Si eres como la mayoría de las personas, has
aprendido mecanismos de cobertura para manejar el dolor: ira, culpa, negación,
retribución o represión. Ninguna de éstas te sanará, obviamente; pero así es tu
condicionamiento. No te culpes por haber aprendido esto, pero decide hoy que no
perderás más tiempo.
Secretos para Perdonar
Perdonarte y perdonar a otros es una clave para
ser libre. Eres esclavo cuando tienes un rencor, sin importar si fuiste
injuriado. Esto es cierto incluso si la persona que te hirió intentó hacerlo
así. Esto también se aplica a tu propio auto-sabotaje. Perdónate por no saber
hacerlo mejor y por ser un trabajo en progreso. Aplica Amor y gentileza para ti
mismo y para otros. Ése es el remedio.
Perdonar es una elección. Es una decisión que
depende de ti. No esperes a que otros te perdonen primero. Sé tú quien elige la
Senda superior del Espíritu, la senda de dejar ir, perdonar y ver la bondad en
otros. Cuanto más esperes para elegir ese camino, más sufrirás.
Para perdonar, debes desterrar tu victimización
aprendida. Tú eres un divino hacedor de cambios, codificado para hacerte cargo
de tu vida y para ser un cocreador consciente del mundo que experimentas.
Cuando te sientes como víctima, es tu ego haciéndose cargo, tratando de
convencerte de que no tienes poder. Ahora tu tarea es aprender a reconocer la
voz de tu ego, rehusándote a dejarlo estar en el asiento del conductor mientras
respondes a la vida.
Decide que no aceptarás que relaciones familiares
tóxicas bloqueen tu progreso espiritual. Esto es más fácil decirlo que hacerlo,
obviamente, porque las heridas tempranas de la vida familiar pueden sentirse
hoy tan vivas como cuando eras niño. ¿Qué las mantiene vivas? Permanecen vivas
cuando repasas el pasado en tu mente y cuando no has examinado y sanado
completamente los patrones familiares disfuncionales. Los miembros de tu
familia pueden estar vivos y aún en tu vida, o puedes estar desconectado de
ellos. De cualquier manera, sin perdonar y dejar ir, cargarás el equipaje
familiar, afectando la manera como te sientes contigo mismo, con otras
personas; y tu potencial pleno. Se necesita valor y persistencia para sanar tu
pasado, pero sin duda puedes hacerlo. Toma una posición hoy respecto a ti
mismo, decide que supervisarás tu auto-charla sobre la familia, permanece
enfocado en el presente; y ábrete a cualquier sanación que aún sea necesaria
para finalmente dejar ir.
Perdonar significa enfocarte en ti mismo. No puede
dejar ir pasadas heridas cuando estás obsesionado con otras personas, en
situaciones hirientes; y en que otros fueron mezquinos. El perdón no tiene nada
que ver con cambiar a otros ni con cambiar el pasado. Deja que el pasado sea el
pasado. Asume responsabilidad por tu rol y por permitirte sentirte como
víctima. Deja de mirarte de esa manera; eso no es verdad. Tú eres Divino. Eres
un poderoso Ser Espiritual que tiene una serie de experiencias humanas para
evolucionar. Estás recordando cómo amar y cómo ser el Amor que eres.
Mientras continúas el viaje de descubrimiento de
tu naturaleza Divina, te rodeamos con nuestro Amor y bendiciones.
Somos el Consejo de los Doce.
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
http://www.jairorodriguezr.com/
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